Hace un par de meses que no escribo en el Blog.
Lo último que escribí fue sobre la PAZ.
Después del reseteo obligado de 2020 con la pandemia, estos meses han vuelto a ser tiempo de reflexión, de dar prioridad a cosas diferentes, de pasar tiempo en familia.
Hay una cita que me encanta:
La inteligencia de un individuo se mide por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar. Immanuel Kant
Continuar haciendo con ilusión las cosas que nos apasionan mientras sólo recibimos noticias mayormente inquietantes sobre el futuro del planeta, de la humanidad, de la economía y de los valores en los que creemos, resulta ser un ejercicio de pragmatismo e inteligencia, sin duda.
Todo gira a gran velocidad en nuestras mentes.
Cuando tanto exceso de información es procesado, es necesario parar la mente, detener el tiempo en el AHORA. Respirar, ser receptivo a todo y todos los que nos rodean y aislar el momento fuera de contextos apocalíticos o melancolías absurdas.
Cada cierto tiempo, vienen a mi mente palabras clave que plasmo en mis pañuelos.
Las primeras fueron SI y NO.
Luego vino la PAZ.
Hoy es el AHORA.
Ahora, el único lugar donde podemos ser plenamente felices.
Creo en esto tan firmemente, que me cuesta interactuar con personas que no piensen así, con gente incapaz de prestar atención o escuchar a los demás porque nunca están ahí realmente en la vida o en redes sociales.
Esto llevado al extremo, fue lo que me pasó con la cuenta de instagram. Cuando me di cuenta de que el 90 por ciento de mis seguidores, continuaban siguiendo mi cuenta y dando me gustas al hacker, sin prestar atención a que ya no era yo, decidí eliminar mi cuenta de instagram de @gloriasurfacepatterndesign y crearla de nuevo, de cero.
Supongo que tiene sentido, uniendo los puntos, una vez que he aprendido a decir SI y NO, no dejo que me arrebaten mi PAZ interior ni me arruinen el Momento presente.
También evito arruinarme a mi misma el momento presente. Si me paro a pensar, cada vez que me invade la tristeza, es por un recuerdo doloroso o un temor muchas veces poco probable o inevitable de todas modos.
Hay que exigirle con vehemencia a la vida, el derecho a ser felices.
A nuestra manera.
Con nuestras normas éticas y nuestra conciencia.
Sin ceder al desánimo.
Si nos centramos en el AHORA, es posible conseguirlo.
Viviendo en dosis homeopáticas de 24 horas… porque hoy día, no se puede absorber más vida de golpe, es arriesgado hacerlo, al menos para alguien tan intenso como yo ; )
Recuerdo un tiempo sin incertidumbres, donde siempre había sitio para los momentos creativos y la improvisación.
El otro día, subí al desván de mi alma y encontré esto…os lo dejo aquí.
El dulce desorden de juventud
Amanecer en la cama deshecha
La mente en blanco
Sentir el cuerpo libre y relajado
Bajo la sábana convertida en túnica
Encender el primer cigarrillo del día
Disfrutándolo
No pensar en nada mundano
Sólo en ideas de la más alta importancia
No hacer listas
No planear menús
No ir apagando luces
No tener recambios de nada
Perder el sueño soñando
Viajar sin reservas
Sin seguros
Sin exceso de equipaje
Tener resaca
Despertar en lugares nuevos
Caminar hasta romper las suelas
Disfrutar de la lluvia en los cristales
Olvidarse de regar la plantas
De vaciar los ceniceros
De separar la ropa de color
Improvisar
No deshacer la maleta al llegar
Perder, olvidar, romper…
Encontrar, recordar, arreglar…
Y volver a perder…
Hasta que el caos para
Y empiezas a hacer listas
A tener recambios
A ir apagando luces
Y todo se vuelve… ordenado.
Y todas las ideas…carecen de importancia.